El Parque Nacional Arrayanes es un tesoro natural ubicado en el departamento Los Lagos de la provincia del Neuquén, Argentina. Este parque, que forma parte de la reserva de biosfera andino norpatagónica, abarca las 1796 hectáreas de la península de Quetrihué, en la ribera norte del lago Nahuel Huapi.
Historia del Parque Nacional Arrayanes
La península de Quetrihué fue parte del primer parque nacional de América Latina, el parque nacional del Sur, creado en 192Sin embargo, en 1934 se creó el parque nacional Nahuel Huapi, reemplazando al parque del Sur. Finalmente, el 11 de octubre de 1971, se separó la península de Quetrihué del parque nacional Nahuel Huapi y se constituyó como el parque nacional Los Arrayanes.
Esta decisión se tomó debido a la importancia de la formación boscosa que alberga en su extremo sur. En este bosque destacan los arrayanes (Luma apiculata), árboles de la familia de las mirtáceas con una vistosa corteza color dorado y crecimiento lento.
Flora del Parque Nacional Arrayanes
El parque nacional Arrayanes exhibe una muestra de la ecorregión del bosque andino patagónico. En este ecosistema predominan las especies semideciduas, alternadas con turberas que se extienden hacia el sur.
El clima en el parque es frío y húmedo, con vientos constantes del oeste. La estación más húmeda es el invierno, con precipitaciones de alrededor de 2000 mm al año. Estas condiciones favorecen el crecimiento de una variada vegetación.
En las inmediaciones del lago Nahuel Huapi se encuentra el bosque de arrayanes australes, que es el principal atractivo del parque. Además de los arrayanes, también se pueden encontrar especies como el coihue, ñires, cipreses de las Guaitecas, cipreses de la Cordillera, radales, huahuanes, pataguas, notros y boldos. El sotobosque está compuesto principalmente por maqui, caña colihue y rosa mosqueta, una especie introducida.
Fauna del Parque Nacional Arrayanes
La fauna aviar del parque es rica y diversa. Se pueden encontrar especies de hábito acuático, como el cormorán imperial y el cauquén cabeza gris, así como aves del bosque como el chucao, pájaros carpinteros y el rayadito.
En las áreas cercanas al agua también se encuentra el huillín, un mamífero acuático protegido. Otros mamíferos presentes en el parque incluyen el zorro colorado, el gato huiña, el monito de monte y el pudú, uno de los artiodáctilos más pequeños.
Problemas de conservación y acceso al parque
El parque nacional Arrayanes ha enfrentado diversos desafíos en cuanto a la conservación de su flora y fauna. Uno de los problemas más significativos ha sido la introducción de especies exóticas, como el jabalí y la liebre europea, que compiten con las especies nativas. Además, el ganado vacuno y el turismo han causado daños a la vegetación, especialmente a los arrayanes.
Para proteger el bosque de arrayanes, se ha delimitado un sendero cubierto que limita el área que puede ser visitada. Además, se ha designado una reserva natural estricta donde la visita está prohibida.
El acceso al parque puede realizarse tanto por vía lacustre como por vía terrestre. Por vía lacustre, se puede acceder desde Puerto Pañuelo en Bariloche o desde los puertos del istmo de Quetrihué en Villa La Angostura. Por vía terrestre, se puede acceder desde Villa La Angostura a través de un sendero peatonal de aproximadamente 13 km.
El Parque Nacional Arrayanes es una joya natural que alberga un bosque de arrayanes único en el entorno. Su flora y fauna diversa y su belleza escénica lo convierten en un destino imperdible para los amantes de la naturaleza. Sin embargo, es importante visitarlo de manera responsable, respetando las normas de conservación establecidas para preservar este ecosistema único.