Jacarandá: árbol con flores azules y cultivo en jardín

El jacarandá, también conocido como tarco, es un árbol nativo de las yungas de Argentina, Uruguay y Paraguay. Su nombre científico es Jacaranda mimosifolia y se caracteriza por sus hermosas flores azules. En este artículo, te contaremos todo lo que necesitas saber sobre este árbol y cómo cultivarlo en tu jardín.

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Descripción del jacarandá

El jacarandá es un árbol caducifolio que puede alcanzar una altura de 15 a 20 metros y un diámetro de 10 a 17 metros. Su copa es de forma irregular a ovoide. Durante la primavera, las ramas desnudas de hojas se cubren de corolas de un tono entre celeste y lila, que cambia dependiendo de la luz y el fondo del cielo. Las flores se agrupan en panojas terminales erguidas y son polinizadas por insectos y picaflores.

Además de sus flores, el jacarandá tiene hojas grandes de hasta 60 cm de longitud, de color verde vibrante y finamente divididas. Durante el verano, pueden aparecer otras floraciones esporádicas, que se suceden hasta el otoño. En esta época, el follaje se vuelve más opaco y va cayendo hasta que en invierno amarillea y se desprende.

Cómo cultivar el jacarandá

El jacarandá se adapta a diferentes zonas climáticas, siempre y cuando no haya heladas notables. Los ejemplares jóvenes no toleran temperaturas menores a 0°C, pero luego de 3 o 4 años se vuelven más resistentes. Prefiere zonas con buena humedad ambiente y suelos ricos, y debe ser plantado a pleno sol. Aunque no reacciona bien a los trasplantes, es un árbol versátil que tolera distintas condiciones.

La propagación del jacarandá se realiza principalmente por semillas. Estas deben ser sembradas en un sustrato liviano que retenga el agua y cubiertas con una capa ligera del mismo sustrato. Es importante mantener el sustrato húmedo durante el proceso de germinación.

Si se desea propagar ejemplares notables, se pueden intentar esquejes de madera blanda. Estos esquejes deben tener unos 10 cm de longitud y se deben colocar en un sustrato poroso, como perlita y musgo. El enraizamiento puede tardar más de un mes.

Plagas y enfermedades del jacarandá

El jacarandá puede ser atacado por plagas como la chinche de encaje y la cochinilla del aguaribay grande. Estos insectos pueden causar defoliación y debilitamiento del árbol. El control de estas plagas puede ser difícil debido a la ubicación del árbol en lugares de alto tránsito público.

Otras especies de jacarandá

El género Jacaranda comprende cerca de 50 especies, de las cuales cuatro son nativas de Argentina. Entre estas especies se encuentra el Jacaranda cuspidifolia, conocido como paraparay, y el Jacaranda micrantha, caroba o caroba blanca. Estos árboles también tienen flores de color lila purpúreo y son nativos de diferentes regiones del país.

El jacarandá en las ciudades

El jacarandá ha sido ampliamente utilizado en el arbolado urbano debido a su tolerancia a la polución y a que sus raíces no causan problemas en las veredas. En la ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, hay alrededor de 1000 ejemplares de jacarandá. Su floración es tan llamativa que atrae a muchos turistas y la Legislatura porteña lo designó como el árbol distintivo de la ciudad en 201

En lugares de clima suave en invierno, como Sudáfrica y Australia, también se han plantado jacarandás en las calles, lo que ha llevado a problemas de invasión debido a la dispersión de sus semillas aladas.

El jacarandá es un árbol hermoso y llamativo, especialmente por sus flores azules. Es fácil de cultivar y se adapta a diferentes condiciones climáticas. Si estás buscando agregar color a tu jardín, el jacarandá puede ser la elección perfecta.

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