El Día de Muertos es una de las festividades más importantes y representativas de la cultura mexicana. Durante esta celebración, se honra y recuerda a los seres queridos que han fallecido, creando altares llenos de elementos simbólicos y significativos. Una parte esencial de estos altares son las flores, que se utilizan para decorar y dar vida a este espacio sagrado.
¿Cómo se llaman las flores que se ponen en el altar de muertos?
Las flores más comunes y representativas que se utilizan en los altares de muertos son:
- Cempasúchil: También conocida como Zempoalxóchitl, es la flor más emblemática del Día de Muertos en México. Su color naranja brillante simboliza el sol y la vida. Se cree que su aroma y color ayudan a guiar a las almas de los difuntos hacia el altar. Esta flor se utiliza para hacer caminos de pétalos que conducen a las ánimas desde el cementerio hasta el altar.
- Alhelí: Esta flor de colores vivos y aroma dulce es muy apreciada por su belleza y significado. Representa la pureza y ternura de las ánimas de los niños. Su presencia en el altar es indispensable para acompañar a las almas de los pequeños en su regreso.
- Flor de nube: Esta flor blanca y delicada es conocida por su dulce aroma. Su nombre se debe a la forma en que se agrupan las flores, creando una especie de nube blanca. Representa la pureza y es utilizada para acompañar a las ánimas de los niños en su visita al altar.
Estas tres flores son las más comunes en los altares de muertos, pero también se pueden utilizar otras flores como rosas, margaritas y crisantemos, dependiendo de la preferencia de cada persona y la región en la que se celebre el Día de Muertos.
Elementos esenciales en un altar de muertos
Además de las flores, un altar de muertos debe contar con varios elementos esenciales para recibir a las ánimas y crear un ambiente propicio para su visita. Algunos de estos elementos son:
- El agua: Representa la fuente de la vida y se ofrece a las ánimas para que puedan mitigar su sed después de su largo viaje y fortalecer su regreso. Simboliza la pureza del alma.
- La sal: Es el elemento de purificación y se utiliza para evitar que el cuerpo se corrompa durante su viaje de ida y vuelta.
- Velas y veladoras: Representan la luz, la fe y la esperanza. Sirven como que las ánimas puedan encontrar su camino y llegar al altar. En algunas comunidades indígenas, cada vela representa a un difunto.
- Copal e incienso: Se utilizan para limpiar el lugar de los malos espíritus y sublimar la oración o alabanza. Su fragancia crea un ambiente de reverencia y respeto.
- El petate: Funciona como cama, mesa o mortaja para que las ánimas puedan descansar durante su visita al altar.
- El izcuintle: Es un perrito de juguete que se coloca en el altar de los niños para que las ánimas de los pequeños se sientan contentas al llegar al banquete. El izcuintle ayuda a las almas a cruzar el río Chiconauhuapan, el último paso para llegar al Mictlán.
- El pan: Es el ofrecimiento fraternal y se coloca en el altar como símbolo de compartir el alimento con las ánimas. Elaborado en diferentes formas, el pan es uno de los elementos más preciados en el altar de muertos.
Estos elementos son solo algunos ejemplos de los elementos esenciales que se utilizan en los altares de muertos. Cada familia y región puede agregar otros objetos y elementos que sean significativos para ellos y sus seres queridos fallecidos.
Ofrendas para los niños difuntos
En muchos hogares mexicanos, se elabora una ofrenda especial para los niños difuntos, conocidos como angelitos. Estos altares están decorados de manera diferente, con flores y candelabros de color blanco para simbolizar la pureza de estos inocentes difuntos.
En el altar de los angelitos se colocan dulces de alfeñique, que son figuras de azúcar en forma de animalitos, canastitas con flores, zapatos, ánimas y ataúdes. También se pueden utilizar juguetes de barro pintados con colores alegres para que las ánimas de los niños puedan jugar y divertirse en su visita al altar.
Además, los altares de los angelitos cuentan con panes en miniatura, tortillas, frutas y dulces de calabaza, que son los alimentos favoritos de los niños. Estos alimentos se ofrecen con cariño y amor para nutrir el espíritu de los pequeños difuntos.
Es importante destacar que en los altares de los niños no se deben colocar objetos que pertenezcan a los altares de los adultos, ya que esto podría entristecer a las ánimas y hacer que no disfruten de los alimentos ofrecidos.
El Día de Muertos es una celebración llena de significado y simbolismo, donde las flores juegan un papel fundamental. Las flores como el cempasúchil, el alhelí y la flor de nube son utilizadas para decorar los altares de muertos y darles vida. Estas flores representan la vida, la pureza y la ternura de las ánimas que nos visitan durante esta festividad.
Además de las flores, un altar de muertos debe contar con elementos esenciales como el agua, la sal, las velas, el copal y el petate, entre otros. Estos elementos ayudan a crear un ambiente propicio para recibir a las ánimas y honrar a nuestros seres queridos fallecidos.
En el caso de los niños difuntos, se elaboran altares especiales con flores blancas y juguetes de barro. Estos altares están llenos de dulces y alimentos que les gustaban a los niños en vida.
El Día de Muertos es una tradición única que nos permite recordar y honrar a nuestros seres queridos que han partido. Las flores son una parte fundamental de esta celebración, llenando los altares de color y aroma, y creando un espacio sagrado para el encuentro entre vivos y muertos.