Significado y uso de las flores en la iglesia

Las flores en la iglesia tienen un significado especial y juegan un papel importante en la liturgia. Estos hermosos regalos de la naturaleza hablan de belleza, perfume y colores, transmitiendo alegría, agradecimiento y esperanza. Son una delicada alabanza al Creador y expresan la dignidad de la creación. En este artículo, exploraremos el significado de las flores en la iglesia y cómo se utilizan en la ornamentación del espacio celebrativo.

Índice de Contenido

El lenguaje de las flores

Las flores tienen su propio lenguaje y pueden comunicar emociones y sentimientos sin necesidad de palabras. Un ramo de flores puede transmitir más que un discurso. Son un homenaje sincero y una expresión de esperanza. Además, anuncian la llegada de la primavera y los frutos que están por venir.

En la iglesia, las flores son una forma de alabar al Creador y embellecer el espacio sagrado. No se trata solo de un motivo estético, sino también de un motivo tipológico, que reconstruye simbólicamente el ambiente esponsal de la alianza del Señor. Las flores en un ambiente de bodas y banquete son un recordatorio de la celebración eucarística y del jardín bíblico que evoca el nuevo Edén.

El uso de las flores en la liturgia

En cuanto al uso de las flores en la liturgia, no hay una regulación específica en la Ordenación General del Misal Romano (OGMR). Sin embargo, el Ritual de la dedicación de una iglesia indica que se pueden colocar flores sobre el altar después de su consagración, para resaltar su aspecto festivo. El Ceremonial de los Obispos sugiere que las flores se utilicen con moderación durante el tiempo de Adviento y se supriman durante la Cuaresma.

En la iglesia, las flores se colocan estratégicamente para resaltar diferentes elementos sagrados. Sobre el altar, se pueden colocar en un florero discreto y sencillo, o en forma de guirnalda o festón en su parte delantera. Estas flores simbolizan la alegría del banquete que Dios nos ofrece y el encuentro festivo del Señor con su pueblo. Cerca del ambón, expresan honor, veneración y respeto a la Palabra de Dios. Junto al Sagrario, realzan el lugar de la reserva eucarística para una mejor adoración.

Tener en cuenta que las flores nunca deben ser el protagonista principal ni la atracción irresistible que acapare toda la atención de los fieles. Están al servicio de la liturgia y deben complementarla, no competir con ella. Por lo tanto, es fundamental evitar una proliferación excesiva de floreros en el presbiterio, ya que esto puede distraer y restar importancia a los elementos sagrados.

Además, es recomendable evitar el uso de flores de plástico, ya que no se corresponden con la autenticidad y tradición de la Iglesia. Las flores secas tampoco se deben mezclar con las flores frescas, y nunca deben colocarse debajo de la Mesa del altar.

La importancia de la estética litúrgica

La disposición de los floreros en el presbiterio debe ser guiada por la sensibilidad litúrgica y el gusto estético. No debe dejarse únicamente a la voluntad del sacristán, sino que debe seguir un criterio selectivo y armonioso. Una colocación incorrecta puede dificultar los movimientos en el presbiterio y distraer a los fieles.

Es esencial recordar que las flores en la iglesia deben ser expresivas, auténticas y comunicativas. Su lenguaje litúrgico debe ser pleno de dignidad, buen gusto y finura espiritual. Deben transmitir belleza de manera discreta y ser un reflejo de la celebración sagrada.

Consultas habituales sobre las flores en la iglesia

  • ¿Cuál es el significado de las flores en la iglesia?
  • Las flores en la iglesia hablan de belleza, perfume y colores. Son signos de alegría, fiesta, agradecimiento y esperanza. Expresan el homenaje sincero y la dignidad de la creación.

  • ¿Cómo se utilizan las flores en la liturgia?
  • Las flores se colocan estratégicamente en la iglesia para resaltar diferentes elementos sagrados, como el altar, el ambón y el Sagrario. Simbolizan la alegría del banquete que Dios nos ofrece y el encuentro festivo del Señor con su pueblo.

  • ¿Hay alguna regulación sobre el uso de flores en la iglesia?
  • No hay una regulación específica en la Ordenación General del Misal Romano (OGMR) sobre el uso de flores en la iglesia. Sin embargo, el Ritual de la dedicación de una iglesia sugiere que se pueden colocar flores sobre el altar después de su consagración.

  • ¿Qué se debe evitar al utilizar flores en la iglesia?
  • Se debe evitar una proliferación excesiva de floreros en el presbiterio, así como el uso de flores de plástico o la mezcla de flores secas con flores frescas. Las flores nunca deben ser el centro de atención principal, sino complementar la liturgia.

  • ¿Quién decide la disposición de las flores en la iglesia?
  • La disposición de los floreros en el presbiterio debe ser guiada por la sensibilidad litúrgica y el gusto estético. No debe dejarse únicamente a la voluntad del sacristán, sino que debe seguir un criterio selectivo y armonioso.

Las flores en la iglesia tienen un significado especial y juegan un papel importante en la liturgia. Expresan belleza, alegría y esperanza, y son una forma de alabar al Creador. Sin embargo, es fundamental utilizarlas con moderación y tener en cuenta la estética litúrgica para evitar caer en la excesiva proliferación o en la superficialidad. El lenguaje litúrgico de las flores debe ser expresivo, auténtico y comunicativo, transmitiendo la belleza y la espiritualidad de la celebración sagrada.

Subir